Pájaros

de primavera en primavera
de corazón en corazón
busco horizontes
la sombra de la sombra de un poema.
la alcantarilla que se tragó 
mi reflejo 
pájaros. pájaros. recuerdos.
no, no tengo recuerdos.
solo el amor por los cerezos
y el latir de mi corazón
breve ( oquedad nívea )                                                        
mira la mandarina
será dulce
o no.
y escucha
-pon tu mejilla en mi pecho y escucha-
soy los camiones de basura, los primeros cierres de los bares, el ruido sordo del autobús 
y una canción golondrina.

Inacabado

Vuelves como las noches.
Eres igual a una puesta de sol
o un reloj con diferentes diferentes horas de nuevo.
Vuelves con olores azules y a color
enteramente beso.
Vuelves inesperadamente golondrina
con manos que apagan incendios.
Ya no hay rosas con dientes.
Ni nada que temer…

 

 

(FALTA POEMA… a ti te dejo que lo termines, sin ninguna premisa, sin ninguna instrucción, sin paracaídas. Ama y escribe)

 

Mi amiga Mel lo continuó así:

 

Vuelves como los días ardientes, sin lluvia,
como el desierto en el que caminé sollozando,
en este reloj de arena que pasa de un lado a otro mi pena,
Y me ofreces, solo eso, ¿un beso?
Vuelves con esperanzas, con la vida rota, angustiado,
a mis manos de seda buscando reposo,
y aquí, sin condición, está mi pecho para refugiarte…

 

 

 

 

La palabra

ausencias prensencias

Hay que inventar una palabra para el atardecer en los rascacielos; una palabra que tarde cinco minutos en ser pronunciada nomás; una palabra como oráculo que te hable desde la luz mientras se encienden las farolas ahí abajo; una palabra al vuelo por encima de los pájaros. Entonces, meteremos la mano en el hueco del árbol, esperando la mordedura.

 

Poema de El libro rojo