Esta calcomanía

Esta calcomanía

en la pared

que ahora me llega

a la rodilla

la pegué  yo.

Casi puedo oler

freírse las patatas

de la tortilla

de la cena

de esas noches.

Las madres

nos llamaban a gritos

desde las ventanas.

Cinco minutos más… mamá.

¿A qué jugamos?

Todavía tengo la cicatriz

de la bici.

Está en la rodilla.

Es como una calcomanía.

Nada

Nada

Vendo 10 kilos de nada

por 5 monedas de nada.

Lo vendo, si quieres, también en porciones;

al por mayor

al por menor

en minúsculas gotas de rocío.

Incluso en suspiros.

Mis estanterías están

repletas de nada.

Nada de todos los colores y de ninguno.

Nada de provecho: totalmente inútil.

Lo mismo que contar estrellas o granos de arena.

Lo mismo que este punto azul en cosmos

o cualquier poema.

También tengo cucuruchos

(adoro esa palabra) con sabor a nada

a esa nada que elijas íntima y única

mientras suena tu canción en silencio.

Gratis como un beso de madre.

Me acaba de llegar fresquísimo

contemplar una fila india de hormigas

(han dejado, incluso, un surco en la arena)

Tú decides.

Date prisa que me lo quitan de las manos.

Sos

A aquella máscara abatida

le sienta bien tu sonrisa.

A aquella cabeza loca

es un fruto feroz errante

(que a menudo llora)

Azote de lunas cantás.

Cantás como el pájaro.

Cantás como el viejo.

Cantás como la uva cantás.

Poeta, siempre sos

al sur –donde las aves-

Desnudo, sin nido, pobre.

 

Poema del Libro rojo

La palabra

ausencias prensencias

Hay que inventar una palabra para el atardecer en los rascacielos; una palabra que tarde cinco minutos en ser pronunciada nomás; una palabra como oráculo que te hable desde la luz mientras se encienden las farolas ahí abajo; una palabra al vuelo por encima de los pájaros. Entonces, meteremos la mano en el hueco del árbol, esperando la mordedura.

 

Poema de El libro rojo

Cine

Sentado en la pupila diana

un animal cine entra en ti.

A través de la luz,

así se abre paso

por la quietud de la noche

a escala ojo.

Y entras en trance.

Y por arriba florecen estrellas eléctricas.

Y el amado.

Y la amada.

Frente a frente  amarados

parecen despacio.

 

Primer Plano: Ella cierra los ojos

                     y va plegando fronteras.

 

Plano General: Unos gorriones se juntan

                      con unos cuervos en el jardín.

 

Plano Próximo: Él echa a volar en forma de rayo.

 

Primer Plano: Ella suave huele a jazmín

                     a cámara lenta

                     todo el cine.

 

 

Poema de El libro rojo

Persianas

persianas

Persianas a medio bajar.

Persianas corridas en un rayo de luz.

Persianas luciérnagas en la noche.

Persianas perdidas entre los escombros.

Persianas que duelen a cerrado.

Persianas colmena

de avispas.

Persianas nido de golondrina.

Persianas cada vez más pequeñas cada vez más soga.

Persianas como bloque de edificios.

Persianas párpado azules de tristeza.

Persianas peregrinas con rincones arista.

Persianas mensaje en morse    (. . . – – – . . .)

Persianas bajadas, descuadradas, enrolladas.

Persianas ásperas.

Persianas entre el aire de los pájaros

y tú.