Palabras que no. Abismo que deshoja la danza derviche ¿o es la herida que de nuevo huye con los animales pequeños? Caleidoscópicamente noche. El desierto (este es el título del poema pero se me ha colado aquí entre las llamas). Y la hoguera que palpita. Dejarse de ser uno –despacio- y desprenderse de la piel al fuego. El recuerdo de unos pasos de gato. (Silenciosas, estas palabras, han entrado por la ventana) Descalzarse entre las piedras y convertirse en arista que disuelve el sueño en insomnio con dolor. Aquí en Madrí la g´ente no quiere hacerse viej´a –dice A. Sombras de palabras (...) Ser, como la nieve, más delicadeza que frío.
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Sin margen al error
así sin margen al error
con cualquier gota seca que entra por la ventana
cualquier espero que te refleja en la espalda
distante como un tanatorio sin ningún
veneno o sangre porque cualquier latido puede ser… ya lo sabes
cualquier palabra puede encontrar un sentido
como cualquier arroyo encuentra la lágrima
decir cosas por el auricular sin echar monedas
¿te acuerdas cuando había que echar monedas?
las sombras se esconden en otras sombras
como las estrellas se apagan en las farolas
susurros intrusos en las alacenas
entre los libros y las cigarras a las seis de la mañana
la arena y los huesos ofrecen el resplandor de lo ido
es maravilloso pensar que las cosas no tienen por qué ser
ni que han vendido aquí para quedarse
lo aprendí ya mayor
inventa, crea y destruye a la misma velocidad que pasa
un tren de mercancías arrastrando las aes y crujiendo las erres
aleatorio como el vuelo de la mosca que finalmente se posa
en la mesa para mirarte como a cualquier mierrrda seca
pensar sin un fin y solamente hablas al viento como
los ruiseñores al rio escondidos entre las zarzas
escucha como vienen las olas escucha como pasan las ruedas
cualquier palabra puede entrar aquí
que se irá simplemente al No cuando borr
La palabra
Hay que inventar una palabra para el atardecer en los rascacielos; una palabra que tarde cinco minutos en ser pronunciada nomás; una palabra como oráculo que te hable desde la luz mientras se encienden las farolas ahí abajo; una palabra al vuelo por encima de los pájaros. Entonces, meteremos la mano en el hueco del árbol, esperando la mordedura.
Poema de El libro rojo
Kétchup
Napoleón. Chicago. Azul.
convoco nombres donde
un lugar
una mesa de un día
una baldosa rota y algún veneno
entre los dientes. cerca de
algún lugar que encuentra respuesta
y un
y un
teléfono que no suena.
está atardeciendo entre la oscuridad
que viene como la muerte
la noche no queda espacio
para decir que no, no, no-somos
solos de un lugar cerca de aquí
no están mis padres ya muertos
y yo y ella y tú que lees
estas palabras
los tres comomezclados
-tan cerca-
esperando decir esperando encontrar
algo
importante y excusarnos y devolver
tanta belleza rota
de una vaca
convertida en (una jodida) hamburguesa con kétchup.
Poema extraído del poemario El secreto de Zelda Zonk
La sed
Llámalo cosa/vacío/límite
a todo aquello
que sospecho, intuyo, persigo;
y
mi incapacidad de nombrarlo con extrañas
(ya las siento como ajenas) palabras.
Texto predictivo es
finalmente
todo
lo que veo-siento-soy.
Destino grabado en 1000
palabras inútiles
para hablar del pequeño matiz vivo
entre piedra y liquen, por ejemplo.
Palabras gastadas, palabras
menguantes
hasta
otra vez el gruñido.
Quisiera decir
quisiera decirte que
<¡Mierda! ¡Esto es una mierda!>
Si las hojas no aletearan en su caída
me sería más fácil…
No tendría que vivir asesinando al poeta,
ni esconderme en ellos
huyendo (de ese otro yo).
Ahora ya comprendo por qué
desaparecen algunas personas
y nunca vuelven.
Pero la sed
-ésa sí-
siempre vuelve,
una y otra vez
vuelve.
La sed.
Y me atrapa y me obsesiona
esta necesidad esta necesidad esta necesidad esta necesidad esta necesidad
esta necesidad esta necesidad esta necesidad esta necesidad esta
necesidad esta necesidad esta necesidad esta necesidad esta
necesidad esta necesidad esta necesidad esta
necesidad esta necesidad esta
necesidad esta
necesidad
esta
Fotografía/Collage: Luis María Ortega Chamarro Poema: Manuel Alonso
Frida Khalo -carta-
Me gustaría compartir con todos este maravilloso ejemplo de poesía concreta de mi amada (o alada)pintora y poetisa Frida Khalo. Esta carta se encontró posteriormente a su muerte entre unos documentos; no creo que su intención fuera su publicación como tampoco es intención del pájaro cantar para que lo oígan los hombres, sin embargo, aquí os dejo este canto que sufre. Siempre que lo leo me pregunto por qué sus lágrimas escogieron esas palabras.
Todos tiene algo que hacer el mundo es lógico
pinta-pintor
escribe-escritor
cosina-cosinera
campanea-campanero
roba-ratero
cose-costurera
traiciona-traidor
trabaja-trabajador
quiere-querendón
sufre-Frida
desprecia-Diego
Diego-Frida