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Zeta
Tenéis suerte que sea un zote para los números.
Por eso busqué otras ecuaciones y fórmulas en poemas.
Letras que decían verdades como principios matemáticos.
Aproximaciones en verso a las incertidumbres de Heisenberg.
Sí, tenéis suerte, lamentablemente me convertí
en otro inofensivo poeta
que se emociona con el sol después de la tormenta
o con los primeros brotes de un bosque quemado
o al ver
un pétalo blanco en una fresa y pensar
que antes fue una flor.
Es una suerte que llore con muchas películas
y ría con casi todo
y a casi nada le de importancia.
Sí, tenéis suerte, mucha suerte.
Porque nunca entendí por qué
menos por menos es más
o a despejar la incógnita de mi vida.
Los números se negaron a hablarme y en silencio busqué su belleza
en otros mundos.
Porque lo tengo claro, si no hubiera sido un zote
(con zeta de zafio, zurdo… zaíno) para los números
habría sido microbiólogo.
Y ahora estaría creando un poema con forma de virus
para acabar con todos… Cabrones.
a el Toni
al Dr. Gang
y a todos los que lo hemos deseado alguna vez
Héroes
Bajas la persiana / Cierro la puerta.
Tu sonrisa rebota en las paredes
como en una caracola.
Jugamos
a las penumbras y somos niños otra vez.
Sombras que se buscan
en la oscuridad
absoluta
donde los espejos son inútiles
y los yos se pierden.
Nos abrimos, nos abrimos como plantas a la luz
a través del eco de nuestras palabras:
-¿Dónde estás? – digo
-No sé dónde estoy. Marco
-Polo
-Marco
-¿Sabes una cosa?
-¿Qué?
-Que los pulpos tienen como ojos en la piel.
-¿Sí?
-Sí. Por eso pueden cambiar de color.
A tientas, entre las estanterías, entre los libros;
sí, sobre todo entre los libros, te encuentro en una radio
cuando le doy al “ON”
y suena una guitarra
Shhhh Escucha
somos el sonido de esa guitarra
(de Bowie
en Heroes)
Y nos buscamos.
Nos buscamos a través de los pasillos, por las sillas, por las mesas
como dos sombras sedientas
de un solo cuerpo.
Cruzamos puertas cruzamos espacios
inmensos
con nuestras manos
a tientas
donde todo es miedo y arista y esquina y dolor.
Pero nos necesitamos
>We can be heroes >
como necesita la alegría a la muerte.
>We can be heroes. Just for one day>
-Marco
-Polo
-¿Sabes otra cosa?
-¿Qué?
-Que los pulpos también tienen como bocas en los tentáculos.
-¿Sí?
-Sí, así saben sin ver si necesitan aquello que… Oye
-¿Qué?
-¿Esto que hay en el suelo es tu jersey?
-Sabes mucho de pulpos pero poco de mujeres. Eres muy tonto ¿Lo sabes?
-Sí
Nadamos por las paredes sobre el sonido de las plantas.
Nadamos >Like the dolphins, like dolphins can swim>
Y sigo tus huellas.
Y venteo tu presencia como un animal
hasta que desnudos
los árboles en invierno
los seres que nacen
nos encontramos nos encontramos
apenas
en un roce una brisa un abrazo
un abrazo (de pulpo –pienso-)
absoluto
como si solo hubiéramos sido creados para este momento.
>We can be heroes>
>We can be heroes. Just for one day>
Desierto
yo quisiera remar a un desierto
a un estrecho paisaje húmedo y desierto
la lluvia tendrá el color de mi vestido
Poema: Sara R. Gallardo
Lo imposible
A veces
nos obstinamos en
querer cambiar
lo imposible.
No entender la naturaleza
del otro ser;
como si un ciervo
quiere explicarle al lobo
que puede vivir
sin carne.
diez y diez
dibujar un reloj
insumiso
que marque
nuestras
diez y diez
por ejemplo
te espero
en la puerta
de casa
hasta que roces
con tu nariz
mi nariz
La P
Se pararon a mirar
el coche blanco.
Era un coche
antiguo, pequeño y blanco;
con solo
una letra de matrícula
-la P-.
Él le dijo algo a ella.
Ella, le contestó algo a él.
Los dos
miraron al coche
con nostalgia y ternura.
Luego, se fueron calle arriba
mientras le pasaba
la mano por el hombro.
El pelo de los dos
era blanco.
Sobre todo feos
Quiere ser joven.
Quiere ser gracioso.
Quiere ser inteligente.
Quiere ser pacífico.
Quiere ser guapa.
Quiere ser modesta.
Quiere ser cuerdo.
Quiere oler bien.
Quiere ser segura.
Quiere ser modesto.
Quiere ser maestro.
Quiere ser bruja.
Quiere ser adolescente.
Quiere ser sabio.
Quiere ser pelota.
Quiere ser silencio.
Quiere ser susto.
Quiere ser árbol.
Los poetas somos
feos y raros.
Mariposas
A veces –pocas-
una mariposa
se posa
en un pensamiento –idea o flor-
y se convierte –por así decirlo-
en una espiral de belleza.
(Nota: Pensar más tarde
en la palabra “pensa-miento”
si pensar y mentir
es lo mismo. Yo creo que no. Pero…)
Por dónde iba…
Sí, en espiral de belleza…
Menos veces –aún-
unos ojos
presencian este acto
–como una obra de teatro
minúscula, única y dulce-
Dura, lo que dura, un aleteo.
Y es gratuita como la amistad.
He visto tus manos
haciendo mariposas
con alas de color de versos.
Dedicado a mi amiga y poeta, Soraya, en el día de su cumpleaños.
Nota al pie
Llueve en la habitación.
Si esto
fuera un verso
podría ser un buen verso
para empezar un poema.
Un poema de amor, desamor
de paso del tiempo o
uno de esos que
no entiendo
pero amo.
Podría ser hermoso
y alegre
y quizás alguien
en algún lugar
lo leyera
y lo hiciera suyo.
Pero no.
“Llueve en la habitación” *
no es un verso.
*La gotera ocupaba toda la sala// Sala 1 del hospital// Habían colocado unos plásticos a modo de guía para que las gotas -caprichosas- no tuvieran otro recorrido hacia suelo// que al cubo// Esperábamos nuestro turno// El mío 16 A// Y esperábamos viendo cómo se llenaba igual que una clepsidra grotesca// Llueve en la habitación// Ahora los hospitales los llaman Fundaciones y el dinero público lo gastan -gota a gota- de forma privada// Se está desbordando//Llueve en la habitación// Por desgracia, algunos pacientes, no somos rentables.
Humus
Volveré a ti, madre.
Descansaré en tu vientre cálido
de luz
y leche dulce.
Volveré a ti
y podré devolverte al fin
parte
de lo que te he robado.
-siendo esta vez yo
el alimento y el poema-
Mamá, volveré a ti
y descansaré
del hombre,
de aquello que pesa,
y seré -alado-
entero contigo
en tus nubes, con el mar
y la lluvia.
Autocomplétame 2.0
Lo.
Lo que escondían sus ojos.
Lo imposible.
Lo mejor de mí.
Lo mejor de nuestras vidas.
Lo que me gusta de ti
y me gustaría decirte.
Lo que la verdad importa
y el viento se llevó.
Lo que el viento se llevó – es tu película favorita-
El viento.
El viento se levanta.
El viento en los sauces, en otoño, en Cádiz.
El viento en las nubes.
Lo que mueve las nubes.
El viento.
Lo que mueve el mundo.
Lo que mueve el voto americano –es incógnita como tú-
Lo que mueve mi vida.
Mi vida.
Mi vida extra.
Mi vida eres tú.
Tú.
Tú tan bonita.
Tú, tan lejos.
Tan solo.
Solo.
Solo un segundo.
Solo un segundo tú y yo
tú y yo –otra vez-.
Solo amor.
Amor.
Amor y dolor.
Amor eterno.
Eterno retorno.
Eterno resplandor de una mente sin recuerdos -es mi película favorita-
y que nunca te olvida.
Eterno retorno
a ti.
A ti tan bonita.
A ti tan lejos.
A ti mujer.
A ti mujer poema.
Poema
que se autocompleta
contigo.
Autores: Autocompletar Google y un servidor.
helado de limón
abro la puerta y me digo a mi misma
que soy fuerte como un helado de limón
que en las escaleras hay un juguete
con una sonrisa y una lágrima
en el suelo
que hay un lugar para volver
un lugar para juntos
y nadie más
dulce helado de limón otra vez en el suelo
y los tambores tocan verdad
igual que las campanas tocan a muerto
y me digo a mi misma
que soy buena
y fuerte
y que puedo sin ti
y me digo a mi misma
y me cuento yo qué sé
-cualquier excusa-
para seguir rompiéndonos juntos
La sombra
Han vuelto las golondrinas.
En un vuelo
-casi rasante-
pasan junto al jardinero
que
trabaja con el cortacésped.
Tac tac tac tac
Los insectos saltan huyendo
de la máquina
-en todas las direcciones-
Luego
sucede una sombra.
Veloz.
Voraz.
Y desaparecen.
Yo he logrado escapar corriendo.
Mis patas tiemblan todavía.
YOnqui
Los antiguos yonquis
juegan a la petanca
en el mismo parque
donde se picaban.
-No he tocado la bola…
-Anda que no. Mis cojones.
Os puedo asegurar
que no siempre
fuimos arrugados
gordos
y cadavéricos.
Y tú tampoco.
Juntas
Ella le peinaba las cejas
mientras le hablaba.
Ella, llegadas a un punto
de la conversación, la abrazó.
Hablaban de
las compras de Reyes que otra vez
les había tocado -a ellas-
hacer.
Llevaban las dos anillos
de la misma marca o
de la misma forma, no sé.
(un delfín).
Estaban juntas, muy juntas
-como esos anillos al dedo-
sentadas en el metro.
Y reían ¡Cómo reían!
Ella calzaba unos zapatos
de piel con tacón cuadrado.
Ella
unas zapatillas deportivas.
Mix
Una mezcla entre
el traje de Salomé cuando ganó
en Eurovisión y el sonido
de una serpiente de cascabel.
Así
era el viento en el negundo
al lado del Super
en esta tarde de enero
soleada,
fría
y solitaria.
Cristal
En el umbral
con los brazos en cruz
y tus lágrimas en un ánfora seca;
me saludaste con una mano
y leí que ya
era demasiado tarde.
Me quedé en el otro lado de la acera.
Me quedé recordando.
Me quedé en el cristal del aeropuerto
donde pusimos nuestras manos sin tocarnos.
Y reímos y lloramos y dijimos ser
golondrinas que vuelven.
Sin embargo la niebla y tus
silencios de porcelana
(había muerto tu madre
y nunca lo supe)
Y mis alaridos de martillo
que desesperados
te llamaban
rompieron el templo de cristal
que construimos en el aire
aquel verano.
Cartas
Escribo para que sepas que jamás te dejé de escribir.
Y aunque fueron mías las últimas cartas desiertas.
Jamás te dejé de escribir.
Sigo mirando a la Luna
para coincidir con tu mirada.
Sigo sembrando recuerdos
en la tierra
después de la lluvia…
Varias gotas se unen en la ventana.
A veces, me sorprendo dibujando tu nombre
en el polvo de una mesa
y ya no sé, si son tus letras las que me llaman
o son mis dedos que no han dejado de tocarte.
Otras veces, sentado en la estación
dejo pasar los trenes, como quien pasar los días,
por si tú apareces. Pero al final,
lo único que llega, es el vacío
de los andenes en mi corazón y alguna hoja seca
arrastrada por el viento.
Día tras día, hoja tras hoja, vuelvo a casa
envejecido y otoñado diciéndome:
“Solo los necios creen en el destino”
Pero no creas que he estado solo.
He besado muchos labios, he abrazado muchos cuerpos
recordándote.
Por eso sé que amor tiene infinitas caras
y todas como en un puzle hacen la tuya.
En la oscuridad empecé usando tu perfume.
Ante el espejo, vistiéndome de ti,
te imaginé frente a mí.
Y ahora, travestido, paseo por las calles buscándome.
Aunque confesaré, que si te viera, ya no te conocería
porque no hay nada tan mentiroso como los recuerdos;
son un muñeco de plastilina.
Juegas con ellos a saber quién eres
y te guardas en el cajón siendo otro.
Un trozo amarillo, un trozo rojo, unos granos de arena…
incluso un pelo de gato encontré en el último
que finalmente me salió en el hombro.
Y hoy,
la tormenta en la noche hizo la mañana doblemente hermosa;
tan hermosa
que me gustaría estar enamorado.
Por eso te escribo cartas.
Jamás te dejé de escribir.
Cartas sin destino, cartas que abandono, cartas en silencio
hasta que el mundo tenga una.
Frida Khalo -carta-
Me gustaría compartir con todos este maravilloso ejemplo de poesía concreta de mi amada (o alada)pintora y poetisa Frida Khalo. Esta carta se encontró posteriormente a su muerte entre unos documentos; no creo que su intención fuera su publicación como tampoco es intención del pájaro cantar para que lo oígan los hombres, sin embargo, aquí os dejo este canto que sufre. Siempre que lo leo me pregunto por qué sus lágrimas escogieron esas palabras.
Todos tiene algo que hacer el mundo es lógico
pinta-pintor
escribe-escritor
cosina-cosinera
campanea-campanero
roba-ratero
cose-costurera
traiciona-traidor
trabaja-trabajador
quiere-querendón
sufre-Frida
desprecia-Diego
Diego-Frida