La palabra

Enredarse por aire que respiras

hasta llegar a la palabra exacta.

La palabra que hace nacer.

La palabra que enciende soles.

La voz del nombre

que agita vida.

La palabra que despierta luz.

La palabra sagrada que te llame,

que murmure el gran silencio

el gran vacío

que engendra todo ser.

Tu silencio.

Tu quietud.

Será la palabra exacta.

El rio infinito.

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Los estorninos

Esta mañana

en el crepúsculo

todos los árboles eran contraluz.

Sombras chinescas del teatro de la vida.

De ellos, un concierto de estorninos despertaba.

Cien cantos mil cantos en cada rama

cantaban. Cantaban.

Y en un instante silencio.

Un silencio atronador.

Un silencio como de cafetera

en el bar (triste metáfora para un triste poeta).

Un silencio como de nieve.

Y después, en un momento, todas

las hojas de los árboles volaron

en forma de estornino.

Y el albor se hizo sombra.

Y el canto era ala.

Para luego nacer el sol –entre las hojas-

y de sus rayos

un plumón cayó leve.

Leve en intermitencias.

Leve como la alegría.

Y se posó en mi mano

sobre la línea de la vida

como los estorninos

en los alambres de espino.

26/08/21

Sin

Apaga la luz

resulta agradable estar solo

con las manos haciendo

sombras chinescas

en la nada.

Apaga la luz.

Los sueños acá son así.

Las cosas sin son así:

sin alcohol sin azúcar sin nicotina sin cafeína sin amor sin alma

sin nada.

Es algo como estar aquí queriendo estar allí

o

besar con los ojos abiertos.

Me refiero a hueco, a  fachada, a  escenario, a concha vacía, concha vacía que se clava en los pies, a dolor, a dolor por nada. Nada.

O cuando yo

voy en el coche al gimnasio para montar en una bicicleta estática.

O tú mirando a los ojos del móvil mientras me hablas.

Nada. Qué le vamos a hacer… las cosas acá son así

sin:

sin nicotina sin cafeína sin amor sin alma

sin nada.

El dolor

cigarro

Y despertó

y no era la misma persona.

Los ojos ventanas del  Hotel Nadie

suelen hacer estas cosas…

Algo parecido a las agujas tranquilas

invisibles divergentes.

Hecho pedazos a medio

camino de un círculo perfecto

y una espiral infinita

-Sus otros yo-

Se quedó quieto y no estaba solo.

No estaba solo:

-¿Aún fumas?

-No ya no

-Pues lo harás

Y se apagó la brasa en el brazo

buscando la vida en

el dolor.

Invisible imparable

TEMPORAL NIEVE GALICIA

Paseo por el barrio de mis padres donde crecí. Son las seis de la tarde y es de noche. Otoño y frio y viento. Busco en el andar-anclar mis recuerdos en las tiendas que aún perduran;  las busco como el marinero al faro en alta mar. Resisten el estanco y la farmacia; es lo que tienen las drogas siempre están ahí; siempre seremos yonquis o enfermos aunque nos creamos sanados. Ahora Don Carlos, el farmacéutico, no está. Es su hijo Carlos el que despacha la botica. Recuerdo la delicadeza con la que cortaba los códigos de barra de las cajas para luego pegarlas en las recetas como si fueran cromos… Y pienso si su hijo hará lo mismo y si él algún día acabó la colección. Hay que tener cuidado de no tropezar porque las raíces de los árboles, ahora grandes, han levantado las aceras como si el pasado reclamara su espacio. Por eso, a esta hora, ya no pasean los habitantes de este barrio. Son mayores y temen caer.  Por eso las calles están solas y ya solo pasean los amarillos de las hojas de la mano del viento. ¿Qué tal? Bien, y tú qué tal. Bien. Es un viejo amigo. Nuestra conversación no supera tres palabras; y después de los abrazos nos miramos extraños sin saber qué decir. Congelados en el tiempo como los cromos de Don Carlos. Adiós, me alegro de verte. Adiós. Y huimos porque ya no sabemos a qué jugar ni cuando dejamos de hacerlo. Cruzo la calle hacia los edificios nuevos pero algo me retiene… es un olor a verde, un olor como a hierba recién cortada, un olor tan familiar como el café recién hecho al entrar en casa. Han podado unos laureles y desde sus ramas la savia nueva brota. Invisible. Brota imparable camino a la primavera. Mañana seguro que vendrán algunas madres, de las de antes, para coger algunas hojas. Y secarlas. Y echarlas en las lentejas… algún día. Como el otoño con la vida.

Reflejo

luces

Sentada junto a la ventana del autobús;

-el 27-

miraba cómo habían vestido las calles.

Y aunque era evidente su fatiga:

tobillos hinchados, ojeras, piel cetrina

-todavía llevaba los pantalones del uniforme-

Las luces de Navidad se reflejaban en sus ojos.

Y sonreía…

Irrepetibles

nieve

Una mujer embarazada protege con la mano su vientre.

Nieva.

Suena como el crepitar de una hoguera.

Suena

otras veces silencio.

Una niña sonríe y coge de las hojas de dos pequeños tejos

un puñado de cielo y se lo da a su madre.

Las agujas de los pinos se tiñen de blanco a trazos como canas.

Una compañera del trabajo, que hoy se jubila,

sale a la puerta a fumar un cigarro mientras

ve caer los copos los segundos

irrepetibles.

Mi padre solía decir que la vida es riesgo

(A riesgo de empezar muy alto el poema) A veces la vida es eso:

Una niña se mira en un charco

y juega

a pisar nubes con sus botitas rosas.

Y luego se mira y mira

las nubes

-de cuclillas- las mira reflejadas

 cómo pasan.

Otras veces (a riesgo de ser monótono) la vida es una anciana

que se sienta junto a la parada del bus a ver

pasar a la gente al sol -después de la lluvia-.

Y les mira y mira como si les conociera a todos

para que no sepan de su olvido.

La vida es injusta –me dice una amiga. Tenía solo

38 años y una lágrima y una nube en una iridiscencia suceden.

-No sé cuál es cuál-

La vida es agua –leo en una revista: Somos

un 80 por ciento agua (a riesgo de copiar)

que pasa rio -como dice Manrique-  rio

hasta dar en la mar

que se pierde en el tiempo -como dice Roy-

como lágrimas en la lluvia.

Agua en un charco. Agua en un 80 por ciento nube.

Agua niña anciana.

                                     Agua

      Agua.

niñaanciana

Débil

La bolsa de plástico

persiguiendo a un camión a través

del aire.

El aire con un leve olor

a flor y pescadería.

El pescadero

que descansa blanco en la puerta

tocando su teléfono toc toc

al sol.

Sol que por un momento

entre dos nubes sucede.

Dos nubes diferentes diferentes siempre.

Momentos

unidos

como por una cadena

donde

el eslabón más débil

soy yo.

 

 

Trascendental

tragaluz-para-la-luz-inversa

Es Amor

más allá

mucho más allá

que se oculta tan profundamente universo

en la sencillez radical de (la metáfora búscala tú)

 

                                               Método de trabajo

                                       Escucha varias veces

                                       la imagen

                                       de un mundo hacia dentro.

                                       Imagina – nunca dejes de imaginar-

                                       dos espejos enfrentados

                                       y tú y yo y tú y yo en ellos

                                       ProyectadosConfundidos

                                      en un infinito juntos.

 

Mientras, en algún lugar

las partes constitutivas y prácticas

se quedan aquí.

Quiero decir, la demostración

científica

de que existe. Se queda aquí.

(Los necios sólo verán

huellas en el espejo)

Así, la entrega absoluta

se extiende

desde el batir del corazón

-de quien se enamora la primera vez-

hasta la visión fugaz

de los mártires. Hilos

son hilos

que se cruzan y entrecruzan

y repiten hilos:

Acto I:

                Sacrificio y muerte.

Acto II:

               La luz se abate

               y cae

               cae

               sobre los amantes.

Acto III:

              Desintegración

              en un mundo que trasciende.

 

Collage: Luis María Ortega Chamarro
Poema: Manuel Alonso

Camino

piedras

por fin

el camino

interminable

de piedras

blancas

el blanco camino largo vacío

muy piedra

heridas

paso corto

huesos

justo detrás

de las colinas

desertoras

un camino pasa

entre piedras blancas

extrañas

incrustadas entre las heridas

cada una

-hay cientos-

no son de nadie

como tampoco son

las tempestades

y la violencia

que

a veces

van disfrazadas de coches

lentamente

por el camino

tan vacío como blanco

y desaparecen

de repente

en una mancha de sangre

sobre el horizonte