La basura

Era ya tarde.

Sobre el muro niebla y lágrimas

y chinos viejos que fuman opio.

El metro pasa por la ciudad

dejando minúsculas gotas de rocío

que nadie ve.

Era ya tarde y tan discorde, por cierto,

con este mundo: una silla, un alma

y el chino -del que ya te he hablado-

fumando filosófico opio deja, en la esquina,

lo mismo que la puta deja.

-ya siempre huele a tristeza allí-

Era ya tarde. Y aunque la noche estrellada sea

parcialmente ceguera;

los enanitos lascivos siempre encuentran

cuartos oscuros donde llevar

a vuestros hijos.

Sí, a vuestros hijos,

a los mismos de “mi-hijo-nunca”.

Tan aparentemente inocentes.

Tan aparentemente vacunados

por sus papás reloj.

Revolcándose en la fariña.

Entonces: Las barredoras, los cristales rotos

hacen un último vestido de lentejuelas

que devuelve a casa

la basura.

 

 

Poema de El libro rojo

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Persianas

persianas

Persianas a medio bajar.

Persianas corridas en un rayo de luz.

Persianas luciérnagas en la noche.

Persianas perdidas entre los escombros.

Persianas que duelen a cerrado.

Persianas colmena

de avispas.

Persianas nido de golondrina.

Persianas cada vez más pequeñas cada vez más soga.

Persianas como bloque de edificios.

Persianas párpado azules de tristeza.

Persianas peregrinas con rincones arista.

Persianas mensaje en morse    (. . . – – – . . .)

Persianas bajadas, descuadradas, enrolladas.

Persianas ásperas.

Persianas entre el aire de los pájaros

y tú.

Los mirlos no

Rothko_OrangeAndYellow_1956

espacios amarillos

                            guías telefónicas

                                                       hojas

de papel reciclado

nuestras fotos que se hacen cada vez más sepias cada vez más borrosas

perdido en un horizonte de adentros

el puente eternamente puente

en mitad de un mar

amarillo

sin orillas

¿te has fijado que las huellas también son ausencia?

hoy han talado el árbol donde

jugaba a ser Arconada

y los mirlos no

cantan

¿por qué ya no cantan?

El puente de Tavira

el rio

el puente con

siete ojos

blanco está

atardeciendo

y las golondrinas sobre ellos

sobre el puente sobre

siete ojos

en parejas tal vez

cientos

que van y vienen, van y

las golondrinas en sus nidos

en las cornisas

cantan

oscurece y se escurre

la luz

como se escurre la vida

<sms> Hola

<sms> Hola

<sms> Hoy ha fallecido la mujer de José. La entierran en La Almudena mañana.

<sms> Mierda. Estoy en Portugal. No podré estar. Le llamaré. Muchas gracias.

se la llevó el cangrejo demasiado joven

joven demasiado joven

y a José le gustaba viajar

con ella

y a ella le gustaban las golondrinas

 

cantan

 

cantan y hacen sus nidos bajo las tejas

mientras la luz de septiembre se escurre

como la vida

en Tavira

Tavira

Querida Frida

Frida

Querida Frida.
Las mañanas son menos luces y los atardeceres más grises.
Las palabras tan secas y saber
que las golondrinas, algún día, no;
que yo algún día no.
Ahora te comprendo ¿Sabes?
Aquello del dolor que me decías
en tus letras futuras.
He despertado el domingo y seguía cayendo.
Y todo parece que Paracetamol y Diazepan y el mundo es una cama
de la que no quieres salir.
Frida.
Te extraño muchísimo. Aunque
Diego dice que acabará el fresco el día 20.
No te fíes de ese sapo.
La otra noche vi
que alguien había pintado en la pared y en el suelo
la silueta de una señal de STOP.
La única farola de la calle se enciende a las nueve ¿Sabes?
Y poco a poco
según cae la noche y los colores se apagan y solo queda
su luz naranja;
puedes ver cómo coinciden la sombra y el grafiti.
Así, quietos, durante toda la noche, como
dos amantes.

Mi alada de Coyoacán. Siempre tuyo