A la sombra de dos prunos en flor
dos ancianos –un matrimonio- sentados.
Entre ellos,
entre la sombra y sus piernas,
un perro dálmata.
También anciano.
A veces lo mira -a él- que le da algo de comida.
A veces la mira -a ella- que le acaricia.
A veces
se tumba y las manchas de su piel coinciden
con las sombras de las flores.
A veces la vida -no sé- a veces…
mientras caen los pétalos
en la luz.
dedicado a mi amigo Juan Carlos
Cuando lo vi tuve que dar la vuelta y parar el coche y hacerle una foto. Os prometo, si queréis, en la próxima entrada os la enseño. Pero es que a veces tanta belleza duele y las palabras o las fotos siempre quedan tan lejos…