así sin margen al error
con cualquier gota seca que entra por la ventana
cualquier espero que te refleja en la espalda
distante como un tanatorio sin ningún
veneno o sangre porque cualquier latido puede ser… ya lo sabes
cualquier palabra puede encontrar un sentido
como cualquier arroyo encuentra la lágrima
decir cosas por el auricular sin echar monedas
¿te acuerdas cuando había que echar monedas?
las sombras se esconden en otras sombras
como las estrellas se apagan en las farolas
susurros intrusos en las alacenas
entre los libros y las cigarras a las seis de la mañana
la arena y los huesos ofrecen el resplandor de lo ido
es maravilloso pensar que las cosas no tienen por qué ser
ni que han vendido aquí para quedarse
lo aprendí ya mayor
inventa, crea y destruye a la misma velocidad que pasa
un tren de mercancías arrastrando las aes y crujiendo las erres
aleatorio como el vuelo de la mosca que finalmente se posa
en la mesa para mirarte como a cualquier mierrrda seca
pensar sin un fin y solamente hablas al viento como
los ruiseñores al rio escondidos entre las zarzas
escucha como vienen las olas escucha como pasan las ruedas
cualquier palabra puede entrar aquí
que se irá simplemente al No cuando borr
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Árboles
Hasta que no vi el tamarix en flor a tu lad o. Y te hice una foto (inútilmente hago fotos) rosaconjuntada con él. Siempre había creído que solo era duro, recio y seco. Tampoco encontramos la encina que plantamos en invierno. Pero no importa. ¿Sabes que no te estoy hablando de árboles, verdad?
Indemnes
somos encuentros imposibles palabras que no voces entre la hojarasca que susurran mimos tocándose invisibles pisarse en el charco donde también llueve tu nombre polillas alrededor de farolas ¿puedes mirar a un pájaro y salir indemne?
Manos de lejía
La lejía me da nostalgia.
Ahora que ese olor puebla mis manos
al limpiar toda mi vida
por la plaga.
Y no es por ese juego fonético de la ge
o jota.
Ni por empezar un poema garabato
o gato.
Éramos cuatro
hermanos que nos habíamos hecho
grandes -golondrinas que gorjean-
y necesitan comer.
Bocas abiertas al cielo gusano.
Y mi padre cada vez
más viejo
más grávido
más gota
que se escapaba
entre sus manos de carpintero.
Entonces mi madre gladiadora galaxia
cogió la gamuza
para limpiar portales, pisos o
hacer guisos –como tantas guerreras guijarro de mi barrio-
Y cuando llegaba a casa
nos cogía por las mejillas
con sus manos de lejía
y nos besaba y nos decía:
¿qué tal se han portado
mis niños guapos?
dedicado a todas las limpiadoras del mundo. Gracias
Poesía para tiempos difíciles
Hola amigxs.
Aunque todos estamos viviendo tiempos difíciles hoy también es el día de la poesía. Os quiero hacer llegar un poema de una gran poeta italiano que se llama Tonino Guerra…
CANTO VIGÉSIMO
Al principio las gotas hacían temblar las ramas
y nosotros, detrás de la ventana, esperábamos
a que el agua lavara las hojas más ocultas.
Luego estalló la tormenta y llovió a mares
habíamos puesto un vaso en el alféizar
para medir el agua de la lluvia.
A las cuatro salió el sol
y en la ventana brillaba el vaso
lleno hasta rebosar.
Mi hermano y yo nos lo bebimos a medias
y luego nos pusimos a comparar el agua
del pozo con la del cielo, que es más blanda
pero tiene el olor de los relámpagos.
Esta tormenta del coronavirus pasará y pronto tú y yo beberemos el agua con el olor de los relámpagos. Cuidaros mucho hermanxs. Salud compañeros…
Manuel.
Nada
Vendo 10 kilos de nada
por 5 monedas de nada.
Lo vendo, si quieres, también en porciones;
al por mayor
al por menor
en minúsculas gotas de rocío.
Incluso en suspiros.
Mis estanterías están
repletas de nada.
Nada de todos los colores y de ninguno.
Nada de provecho: totalmente inútil.
Lo mismo que contar estrellas o granos de arena.
Lo mismo que este punto azul en cosmos
o cualquier poema.
También tengo cucuruchos
(adoro esa palabra) con sabor a nada
a esa nada que elijas íntima y única
mientras suena tu canción en silencio.
Gratis como un beso de madre.
Me acaba de llegar fresquísimo
contemplar una fila india de hormigas
(han dejado, incluso, un surco en la arena)
Tú decides.
Date prisa que me lo quitan de las manos.
Nuevo libro
Hola amigxs.
En primer lugar quiero felicitaros a todxs este nuevo año 2020 que acaba de empezar. Os deseo un año repleto de salud y alegría. Alegría que quiero compartir con vosotrxs anunciando la salida de mi nuevo libro esta primavera. Se llamará Tetris con ladrillos invisibles; ganador del XVIII Premio Internacional de Poesía León Felipe.
Un abrazo de corazón
Manuel.
Íntimo
vamos a hacer una cosa
tú haces como que no estoy
y yo como que no vuelvo
y así
lo dejaremos todo
en una completa renuncia
como si no hubiéramos existido nunca
y entonces muy muy despacio entonces
lentamente
seré una sombra
detrás de ti y tú
detrás de la noche
fundirnos
bajo libros descuadernados
(aquellos que acontecen en pequeños milagros instantáneos y dan valor de eternidad al momento)
y estaremos a salvo
y nadie podrá entrar aquí
a nuestro lugar
al lugar íntimo donde duermen los pájaros
Inspirado en la película «Hierro 3»
Incapaz
Si te dijera que
la poesía
está
en la flor del laurel de unos días de junio; en el
aleteo de las hojas que caen por el viento
también en primavera;
en los amarillos –en todos los amarillos-
de los dientes de león; en el humo
de aquel cigarro que asciende y asciende y asciende
hasta el lugar donde habita el olvido
y
sobre todo
en ese abuelo
que se acerca encorvado y se sienta
con su barba blanca turbante blanco chilaba blanca
y en todas
y cada una
de las arrugas de sus manos.
Os lo aseguro. Sí, os lo aseguro, está ahí la poesía.
El resto es
mi incapacidad de nombrarla.
Sobre todo feos
Quiere ser joven.
Quiere ser gracioso.
Quiere ser inteligente.
Quiere ser pacífico.
Quiere ser guapa.
Quiere ser modesta.
Quiere ser cuerdo.
Quiere oler bien.
Quiere ser segura.
Quiere ser modesto.
Quiere ser maestro.
Quiere ser bruja.
Quiere ser adolescente.
Quiere ser sabio.
Quiere ser pelota.
Quiere ser silencio.
Quiere ser susto.
Quiere ser árbol.
Los poetas somos
feos y raros.
Rae y Leonard
Últimamente
una paloma me enseñó
a dejar caer el polen de la flor,
a llover suave
y menudo,
a mover las alas manteniéndote en el sitio,
a afinar los pensamientos…
Leonard Cohen me enseñó
los gritos agudos
y repetidos
de los perros cuando los maltratan.
Esto no es China –dijo
Nadie se lo va a comer.
Pero todavía
sigo sin encontrar
la palabra
que siento
cuando veo escrito tu nombre.
Ilustración: Leonard Cohen en "Libro del anhelo" de Editorial Lumen mi droga secreta es la muerte/la tomo cuando te veo/y tú no me ves