Esta calcomanía

Esta calcomanía

en la pared

que ahora me llega

a la rodilla

la pegué  yo.

Casi puedo oler

freírse las patatas

de la tortilla

de la cena

de esas noches.

Las madres

nos llamaban a gritos

desde las ventanas.

Cinco minutos más… mamá.

¿A qué jugamos?

Todavía tengo la cicatriz

de la bici.

Está en la rodilla.

Es como una calcomanía.

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C.P. Vicente Aleixandre

karras

En la Calle Polvoranca

he visto el hueco de mi antiguo colegio

y  he pasado la lengua por el diente caído.               

 Y ya no sé                                                               

si

el Trompeta nos tiró piedras

de aquella manera tan rara

 (como haciendo saltar la rana en los ríos)

o Don José,

me miró con su único ojo.

No estoy seguro

si me manché las manos al hacer presas

con el agua de lluvia -a las cinco alguna vez-

o si regresé a casa con los bolsillos llenos de piedras.

No. No  sé  ya si

en ese hueco                              

volé aviones, si mi mejor amigo se llamaba David o Ricardo

o aquella niña sonriente

y despeinada(mente) despeinada

me dio

mi primer beso.

 

Fotografía: Cesar Karras
Poema: Manuel Alonso