Los arces otra vez tan rojos.
Y las tiendas a las que íbamos
han cerrado o ya
son otras tiendas.
Alguien
que eras y no eras tú
ha cruzado la calle pequeña
rápida y embozada.
Al mirarte al mirarla
quise decirle:
Tienes los mismos ojos que tu madre.
En el silencio
de un polígono industrial en domingo
-bajo el cielo gris-
una formación de
grullas hacia el sur
se llaman.