
Me cautivan Querido y frenético Dámaso:
La ciudad que tú Las mujeres jóvenes Conociste fue víctima de la peste
Y los vivos Quizá demasiado jóvenes Son incapaces de enterrar
A los muertos (Puede en el límite de llamarse jóvenes )
Son ahora tres Y no es por la belleza Millones de cadáveres los que pudren Madrid
Que tú tenías De su piel o sus curvas Un Dios
Sin embargo O por la alegría que Nosotros lo vendimos O la inocencia de Hace tiempo
Por algo Ellas creen todavía Indiferente, anónimo, sucio
Que tiene En el amor sencillo como flor Forma de centro comercial
Y De campo Huele Absoluto y sin matices A humo
Y es naranja Que gira que gira que gira Farola
Y la soledad Por una mirada un encuentro
Las cucarachas En esta ciudad-abismo Salen de las alcantarillas
Corren hacia ti Y eso te hace sentir
Y el asfalto emana UN GIGANTE Tanto calor, calor
El infierno que está Como King Kong sosteniendo en su mano Dentro de ti
De tu ciudad A su pequeña Ann Darrow
De mi ciudad Imposible y bella
Que siempre Pero a pesar de todo amor Te persigue
Allá donde vayas Que te hace capaz de todo
Habrá una ciudad Por ella En llamas
Collage: Luis María Ortega Chamarro
Poema collage: Manuel Alonso