Vendo 10 kilos de nada
por 5 monedas de nada.
Lo vendo, si quieres, también en porciones;
al por mayor
al por menor
en minúsculas gotas de rocío.
Incluso en suspiros.
Mis estanterías están
repletas de nada.
Nada de todos los colores y de ninguno.
Nada de provecho: totalmente inútil.
Lo mismo que contar estrellas o granos de arena.
Lo mismo que este punto azul en cosmos
o cualquier poema.
También tengo cucuruchos
(adoro esa palabra) con sabor a nada
a esa nada que elijas íntima y única
mientras suena tu canción en silencio.
Gratis como un beso de madre.
Me acaba de llegar fresquísimo
contemplar una fila india de hormigas
(han dejado, incluso, un surco en la arena)
Tú decides.
Date prisa que me lo quitan de las manos.