Reflejo

luces

Sentada junto a la ventana del autobús;

-el 27-

miraba cómo habían vestido las calles.

Y aunque era evidente su fatiga:

tobillos hinchados, ojeras, piel cetrina

-todavía llevaba los pantalones del uniforme-

Las luces de Navidad se reflejaban en sus ojos.

Y sonreía…

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Juntas

Ella le peinaba las cejas

mientras le hablaba.

Ella, llegadas a un punto

de la conversación, la abrazó.

Hablaban de

las compras de Reyes que otra vez

les había tocado -a ellas-

hacer.

Llevaban las dos anillos

de la misma marca o

de la misma forma, no sé.

(un delfín).

Estaban juntas, muy juntas

-como esos anillos al dedo-

sentadas en el metro.

Y reían ¡Cómo reían!

Ella calzaba unos zapatos

de piel con tacón cuadrado.

Ella

unas zapatillas deportivas.

Llueves

large

La paz debe parecerse a la lluvia. A un día de lluvia constante y claro que riega la tierra sedienta. Despacio. A un día de lluvia en la que la gente pasea porque para vivir hay que mojarse en un ir y venir decidido de pensamientos, de caras, de colores. Viendo sus paraguas te puedes imaginar, casi, cómo son por dentro: si el paraguas es rojo o negro, si lo comparten o no con su pareja; o en el modo de compartirlo ¿Te has fijado que algunos solamente se lo acercan a sí mismos? Otros prefieren mojarse ellos y cubrir a su pareja. Pero si me tengo que quedar con alguno es con los que van tan juntos que no hace falta arrimarlo a ningún lado; y ya, si ella le agarra la mano como ayudándole a sostenerlo y con el otro brazo le coge por detrás… Felicidad ¿Te acuerdas? La felicidad debe parecerse a la lluvia. Sí, a un día de  lluvia serena como éste que suena al caer como suenan las nubes, ahí arriba, en un idioma callado y cambiante como vivientes formas de sueño alrededor de espacios inhabitados -en los que imaginábamos formas juntos ¿Te acuerdas?- templados por la luz del sol de otoño sobre las amarillas hojas de los olmos. Llueve. La melancolía, creo que también, debe parecerse a la lluvia.

Travesura

Suena el portero automático.

Y es verano.

Son las ocho de la tarde y

no espero ni

al cartero

ni

a un amigo

en este pequeño toque piiiii

¿Quién es? -pregunto

Y sólo se oyen

unas risas de niños corriendo

ji ji ji ji ji

Ha acabado el colegio

y todo huele a flor de tilo.

 

travesura2