Instinto suicida

31-001-2

Porque nací con instinto suicida

tengo una constate voracidad de infinito

que me empuja a las estrellas

y a las vías del tren.

Quizás, si fuera aviador,

no tendría que asomarme a las ventanas

en un intento infantil

de arrimarme al horizonte;

no tendría que mirar al cielo

como ave con ala rota,

ni perseguir

la sombra de los pájaros.

Abismado, sólo intento sobrevivir

a un mundo interior que me aleja,

en un eterno anhelo al mar

y una inolvidable melancolía

por las montañas.

Allí, donde nacen…

allí, madre, necesito ir.

 

(atardecer, lavanda, colibrí)

 

Siento perder la vida que me diste

buscando.

 

Fotografía/collage: Luis María Ortega Chamarro
Poema: Manuel Alonso
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Frida Khalo -carta-

Me gustaría compartir con todos este maravilloso ejemplo de poesía concreta de  mi amada (o alada)pintora y poetisa Frida Khalo. Esta carta se encontró posteriormente a su muerte entre unos documentos; no creo que su intención fuera su publicación como tampoco es intención del pájaro cantar para que lo oígan los hombres, sin embargo, aquí os dejo este canto que sufre. Siempre que lo leo me pregunto por qué sus lágrimas escogieron esas palabras.

carta4

 

Todos tiene algo que hacer el mundo es lógico

 

pinta-pintor

escribe-escritor

cosina-cosinera

campanea-campanero

roba-ratero

cose-costurera

traiciona-traidor

trabaja-trabajador

quiere-querendón

sufre-Frida

desprecia-Diego

Diego-Frida

Querida Frida

Frida

Querida Frida.
Las mañanas son menos luces y los atardeceres más grises.
Las palabras tan secas y saber
que las golondrinas, algún día, no;
que yo algún día no.
Ahora te comprendo ¿Sabes?
Aquello del dolor que me decías
en tus letras futuras.
He despertado el domingo y seguía cayendo.
Y todo parece que Paracetamol y Diazepan y el mundo es una cama
de la que no quieres salir.
Frida.
Te extraño muchísimo. Aunque
Diego dice que acabará el fresco el día 20.
No te fíes de ese sapo.
La otra noche vi
que alguien había pintado en la pared y en el suelo
la silueta de una señal de STOP.
La única farola de la calle se enciende a las nueve ¿Sabes?
Y poco a poco
según cae la noche y los colores se apagan y solo queda
su luz naranja;
puedes ver cómo coinciden la sombra y el grafiti.
Así, quietos, durante toda la noche, como
dos amantes.

Mi alada de Coyoacán. Siempre tuyo