Archivo de la categoría: Pintura
La tormenta
La tormenta nos sorprendió
a todos
en la calle,
y sin querer nos encontramos
la lluvia, tú y yo
-bajo aquella terraza-
Me abrazaste.
Tú tenías miedo de los truenos.
Yo, a que dejara de llover.
SOLO
La noche y la soledad son hermanas.
Y la única luz que espera en casa encendida es
la de un frigorífico vacío o la de un microondas loco
que gira
que gira
dando vueltas a mi cabeza precocinada.
El silencio
y la soledad son hermanos.
Y la única voz que me da la bienvenida
es
un televisor con noticias siniestras
o la radio
con canciones que se repiten
una vez
y otra vez
el mismo día, a la misma hora,
miércoles y fines de semana alternos
como un disco rayado por la uña trágica de Ella.
Sí, lo sé,-no digas nada-
todo esto lo hago para no escucharme;
lo hago, para no oír la voz de mis pasos que aún descalzos
gritan:
“Estás solo”
Soy el rumor de una habitación sin cortinas.
Soy la g
o
t
a que cae al fregadero.
El tic tac
de una noche en vela.
Soy el brazo dormido. Soy
un eco de mí mismo que se apaga.
La soledad y yo
somos hermanos -casi amantes-.
Y paso largas horas hablando con Ella
(como una beata pecadora con su rosario) en silencio;
en una letanía que a veces deja escapar
una palabra (en voz alta),
por ejemplo “ azul” o “cerca”;
que suena tan extraña como dicha
por otro,
como la nota que se escapa al aire
y la canción de la fiesta
sigue sonando en la cabeza… (hasta la locura)
Entonces, en esa otredad
-en esa otra casa-
descubro y confundo la realidad
y como un microondas -perdón- como un loco
grito en la oscuridad : “Ella”
Sólo la tienes a Ella.
Sólo a la soledad.
Sólo. Solo.
Hopper y Williams
[…]
Ése fuy yo,
un gorrión.
Hice lo que pude,
adiós.
Creo que podría estar hablando días de la sinceridad del trazo de Hopper y la pureza del verso de Williams; de la extraña relación que me llega de ambos; de este cuadro Hopper que fue su último cuadro y cómo se representa anciano junto a su mujer despidiéndose en el escenario como «Dos cómicos». Y del poema de Williams «El gorrión» que le dedica a su padre. Siempre que veo este cuadro me recuerda el final de ese poema; y siempre que leo «El gorrión» veo dos cómicos despiéndose. Creo que el Arte (Música, Pintura, Poesía, Teatro…) es éso: intentar hacer el mundo algo más bello, de manera sincera, haciendo lo que podemos…
Ayeres
un descubrimiento:
los restos de ayeres
después de haber caído al agua
desaparecen de los radares,
de las imágenes en satélite,
sin dejar tan siquiera
una mancha.
solo los reflejos recuerdan:
el fuego en las nubes
la hoja del arce cayendo
o aquel atardecer ( en el que te fuiste )
y yo, ahogado
entre tu sombra y los restos del fuselaje.
los medios de comunicación
dan como principal sospechoso
al doblador del Pato Donald.
Pintura: Abuelo en el atardecer Autor: Raúl Rodriguez Barragán
Kérkyra
Algunas piedras viven demasiado
al menos, en parte,
en cada trozo, en cada
cana craquelada.
Y sin embargo las flores
en las nubes la
lava en las nubes
desde esta ventana rota con
pájaros y hojas y limones y estrellas y
Como esa luz
que atraviesa el hielo
que se derrite.
Pintura: Kérkira
Autor: Juan Correa expuesto en galeria Marlborough.
Sombreros
Es verano.
Veo sombreros paseando.
Y he caído en la cuenta que la diferencia
entre una calabaza seca y un espantapájaros
es un sombrero.
La sombra
de un sombrero
es una persona con forma de nube.
La sombra de la sombra de un sombrero es
un espantapájaros nube que mira ( con ningúnojos )
el frescor de las sombras:
de Elvis Presley, de manzana verde, de sopa de letras para escribir la palabra
P-O-R-T-A-V-I-O-N-E-S o T-E-Q-U-I-E-R-O por ejemplo.
Pero, sin duda, la nube con forma de sombrero
es
a veces – pocas-
una boa
Imagen 1: "El manirroto" de Pedro Casariego Imagen 2: "Boa cerrada" de Antoine de Sant-Exupery