Asomado en el balcón
el anciano
con boina y pantalón de pana
busca
los horizontes perdidos en el pueblo.
Quizás haya venido
a pasar el invierno
porque su hija –preocupada-
no le quiere dejar
solo.
Y sin embargo,
es aquí,
en esta jaula de ladrillos
sin atardeceres
sin estrellas
donde el cárabo tiene
el ala rota.
Asomado al balcón
ve cruzar a la gente:
Una niña
pasea de la mano de su padre.
Su pelo le recuerda
el vaivén de los abedules en el monte.
es aquí,
en esta jaula de ladrillos
sin atardeceres
sin estrellas
donde el cárabo tiene
el ala rota. SIMPLE Y PRECIOSO
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muchas gracias Roxane. La belleza pasa entre los intersticios de la vida. Yo solamente intento escribirla para compartirla. Un saludo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Me ha encantado lo de «entre los instersticios de la vida»
Me gustaMe gusta