ser joven otra vez
y poder equivocarme de nuevo
ver todo con
nuevos ojos
otros ojos que no
son
estas tristes y cansadas celdas
de mirada descreída y maliciosa
que siempre
siempre
desconfían y no saben ya
quién es ése
que se mira afeitándose
y duda
si apretar un poco más
la cuchilla en el cuello
poder volver a creer
limpio
y abierto
como la mano tendida de un niño
a su padre
y pensar
que todavía se puede
y pensar
empezar de nuevo…
ser serpiente
que muda la piel y deja
entre rastrojos
-estos ojos –
estas cicatrices y durezas
que tanto hablan de mí
Siempre directo al corazón
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muchas gracias. Me hace mucha ilusión que te haya llegado este poema. Un abrazo.
Me gustaMe gusta
Muy buen poema, Manuel.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muchas gracias Paloma. Feliz Navidad. Un abrazo
Me gustaMe gusta
Yo también quisiera ser serpiente.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Quizás este sea el peaje a eso que llaman sabiduría . Un abrazo
Me gustaMe gusta