las luces apagadas del laberinto
inmensos rincones silenciosos
caminar por adivinación
dar media vuelta e intentar
equivocarme de nuevo
la pared de kilómetros y kilómetros de hueco
la palabra existir
debería sembrarse por un jardinero
en un solar –abandonado- donde
solo crezcan escombros
la luz de la linterna
en profundidades jamás vistas
alegría, horror y Dios
acuerdan no decir nada
seguir el rastro de las sombras
dije yo silencioso yo “hola”
Hola. Hola. Soy yo.
Estoy aquí.
Yo no… consiguió murmurar el eco.
¿Un poema existencialista?
Eso me ha parecido. O de la extrañeza de ser.
Pero no hace falta que me lo expliques 😉
Besos
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Ay pues yo había intentao hacer una receta de cocina jiji
Sí. Es existencialista. De la busqueda de uno mismo en el interior. Y encontrar a otros. O a nadie…
Mejor me dedico a las recetas… jeje
Un abrazo
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Maravilla… no hay más que decir.
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Muchas gracias eres muy amable. Un placer. Un abrazo
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Mmm! Muy buen poema. Y un final para enmarcar.
Saluditos! 😉
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Muchas gracias por pasarte por el bosque y dejar una nota en la corteza. Una vez leí que la verdad está dentro de uno. Pero ¿qué sucede si dentro, en esta búsqueda, no encuentras nada?
Aprovecho para desearte un feliz 2019 repleto de alegría. Un abrazo
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Creo que si no se encuentra nada es que no se ha buscado todo lo bien que se debería buscar. Yo lo volvería a intentar.
Feliz 2019 para ti.
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