Irrepetibles

nieve

Una mujer embarazada protege con la mano su vientre.

Nieva.

Suena como el crepitar de una hoguera.

Suena

otras veces silencio.

Una niña sonríe y coge de las hojas de dos pequeños tejos

un puñado de cielo y se lo da a su madre.

Las agujas de los pinos se tiñen de blanco a trazos como canas.

Una compañera del trabajo, que hoy se jubila,

sale a la puerta a fumar un cigarro mientras

ve caer los copos los segundos

irrepetibles.

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11 pensamientos en “Irrepetibles

    • Muchas gracias Paloma. La verdad es que ver nevar tiene una belleza intrinseca que cautiva… Este poema es del año pasado y lo encontré en un papel arrugado dentro del bolso (en mi bolso puedes encontrar cosas sorprendentes desde un meteorito hasta un chicle seco… ) Y decidí rescatarlo antes que se fusionara con la sorpresa del roscón de Reyes que también habita allí…
      Besos

      Por cierto el día 8 a las 19:30 en el Centro de Poesía José Hierro de Getafe presento otra vez el libro… por si puedes pasarte.

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Escríbeme unas palabras en la corteza del baobab

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