
Últimamente
una paloma me enseñó
a dejar caer el polen de la flor,
a llover suave
y menudo,
a mover las alas manteniéndote en el sitio,
a afinar los pensamientos…
Leonard Cohen me enseñó
los gritos agudos
y repetidos
de los perros cuando los maltratan.
Esto no es China –dijo
Nadie se lo va a comer.
Pero todavía
sigo sin encontrar
la palabra
que siento
cuando veo escrito tu nombre.
Ilustración: Leonard Cohen en "Libro del anhelo" de Editorial Lumen
mi droga secreta es la muerte/la tomo cuando te veo/y tú no me ves
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Me gustan tus entradas, pero no encuentro el icono para hacértelo saber , o tienes otra fórmula que yo ignore? Lo cual es probable, soy muy paleto con todo esto. Un saludo
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Puede que lo gaya encontrado. Vale, otro saludo.
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Hola.
Muchas gracias por leer. Un placer que te gusten mis entradas.
Lo del botón de «me gusta» no es un problema tuyo sino mio que a veces se me olvida activar.
Un saludo
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Entre Cohen y Rimbourd, billete eterno a los nueve círculos de Dante.
Si todo es tuyo,chapó por volar como vuelas pajarito.
Resiste vendavales.
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Muchas gracias. Eres muy amable. Es difícil decir que vuelas cuando ya han pasado grades poetas levantando el aire.
Un saludo
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Compañero, el aire es la única cárcel sin rejas,no temas no dejar huella.
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Entre Cohen y Rimbourd, billete eterno hacia los nueve aros de Dante.
Chapó
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