El mirlo argentino

Cantás o ardés

o tirás muertos al vertedero.

–dice en perfecto argentino-

Extensiones de pestañas

o sustancias tóxicas podés encontrar allá.

Mientras vos acá con

la familia de un millón de dólares.

Sabés: Ríen las urracas también…

<señala con el dedo>

¿Entendés pelotudo?. ¿Entendés?

Con vos.

Con vuestro “AI-FON”, con todas esas pelotudeces

que solo sirven para ser infelis.

Y acá todo.

Y allá nanai.

¿Sabés lo que es el COLTAN, por ejemplo?

Y luego, pobrés negritos, pobrés.

<coge la botella y bebe>

Y te buscás en los espejos.

Y triste te preguntás

cuál fue el día

en que las gaviotas

decidieron cambiar

el mar

por los vertederos.

Cantás o ardés. Amigo.

Si no se sabe es como si no existiera.

«Fifteen men on the dead man’s chest

…Yo-ho-ho, and a bottle of rum!

Drink and the devil had done for the rest

…Yo-ho-ho, and a bottle of rum!»

 

Muere un bebé arrojado por la ventana

-dice el periódico- . <Bebo>

Y queda

algún resto de enero

en la escobilla del váter.

Al día siguiente

una nueva traición

que comienza hoy.

Y mañana

quierás o no

saldrá el Sol otra ves –dijo al despedirse

Y a veces –pocas-

-demasiado pocas-

cantará un mirlo escondido

en la calle vacía

al salir del bar.

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3 pensamientos en “El mirlo argentino

  1. Pero qué bonito es cuando se oye a un mirlo en mitad de una calle llena de tráfico. No son muchas veces, es verdad, aunque últimamente estoy viendo y oyendo más pájaros que antes, ¿se estarán volviendo tan acomodaticios como las gaviotas? Me gustan tus imágenes, «restos de enero en la escobilla del váter», por ejemplo.

    Le gusta a 1 persona

    • Sí, los mirlos en la ciudad son como dice Auden en un verso «pájaros clamando contra la tormenta» libres y desafiantes como los piratas. Y si se están volviendo acomodaticios bienvenidos sean…
      Las imágenes que he querido enseñar son feas, incomodas de ver; de las que siempre queremos mirar al otro lado. Quería hacer un poema feo, de los que «no gusta» leer pero que remueve algo…

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